Una investigación de la catedrática de la UMU Marta Garaulet confirma que cenar tarde aumenta el riesgo de diabetes en el 50% de la población por una variante genética. Se trata de la variante (MTNR1B) que está presente en el 50% de la población aprox.
El equipo de investigación dirigido por la catedrática de la Universidad de Murcia, Marta Garaulet, en colaboración con los investigadores Richa Saxena y Frank Scheer del Massachusetts General Hospital de Boston y la Universidad de Harvard ha demostrado que cenar tarde afecta a la tolerancia a la glucosa, especialmente en aquellas personas que tienen una variante genética de riesgo en el receptor de la melatonina.
CENAR TARDE: DOS HORAS ANTES DE ACOSTARSE
Los resultados obtenidos; sugieren que la melatonina endógena, que se produce durante la noche cuando se acerca la hora del sueño, está implicada en las alteraciones en el metabolismo de la glucosa cuando se cena tarde.
Aquellos que tienen la citada variante genética presentan una menor secreción de insulina por el páncreas cuando comen tarde ya que lo suelen hacer en presencia de melatonina.
Es decir, los resultados sugieren que en presencia de alimento, puede ser la melatonina; la que provoque que el páncreas reduzca la producción de insulina y haga que aumente el azúcar en la sangre.
El cuerpo comienza a producir melatonina en torno a una media hora antes de irse a la cama; estudios previos dirigidos por Marta Garaulet establecieron que se considera una cena tardía; aquella que se produce aproximadamente dos horas antes de irse a la cama.
«Gracias a esta investigación hemos conseguido establecer la relación entre el funcionamiento de la insulina del páncreas y la melatonina. » .
ESTUDIO
«En anteriores estudios identificamos que el receptor de melatonina es un gen implicado en la diabetes; que los trabajadores por turno tienen mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y que tomar melatonina de manera regular aumenta los niveles de azúcar en sangre»; explica Richa Saxena, investigador del Massachusetts General Hospital de Boston.
Con estos resultados previos se puso en marcha este estudio cuyas conclusiones «son aplicables a aproximadamente un tercio de la población del mundo industrializado; que consume alimentos cerca de la hora de dormir», añade Frank A.
El artículo se publico esta semana en la revista Diabetes Care. Está firmado como autores principales por Marta Garaulet y el investigador de la UMU y el IMIB Jesús López Mínguez.
fuentes: CMD Sport